Casi todas las tintas para marcadores de pintura se pueden disolver con acetona. El blanco y el cobre son los únicos colores que se pueden eliminar con isoparafina, bencina o productos aceitosos.
Para superficies delicadas en particular, recomendamos usar aceite de motor o aceite comestible, por ejemplo. No es posible eliminar la tinta de las superficies porosas, ya que la tinta penetra en el material. Pruebe primero en un área poco visible para ver si el solvente tiene un efecto dañino en la superficie.