No existe una respuesta simple y concreta a esta pregunta. Como sabemos por las velas, las ceras tienen la peculiaridad de que poco a poco se vuelven más suaves a medida que aumenta la temperatura, pero luego vuelven a su estado original cuando se enfrían.
La cera de madera probablemente también se vuelve más blanda a temperaturas tropicales, pero no vemos un problema fundamental con la durabilidad.